No todas las mercancías precisan de una caja para su almacenamiento y transporte. Algunos materiales de embalaje permiten envolver todo tipo de productos, manteniéndolos protegidos de la humedad, la corrosión, los rayos solares y el polvo durante largos periodos de tiempo.

Uno de ellos es el plástico retráctil. Tanto a la intemperie como en espacios cerrados, con este sistema de embalaje la mercancía queda sujeta y protegida, evitando que se mueva, pueda dañarse o manipularse. Te explicamos por qué.

¿Qué es el plástico retráctil?

El plástico retráctil está fabricado en polietileno, plástico PET y goma adhesiva térmica, lo que le proporciona capacidad de retracción, sellándose mediante calor.

Este tipo de plástico flexible está disponible en varios formatos y colores. El más común es blanco, aunque cada vez es más habitual encontrar plástico retráctil de color blanco, azul y marrón para uso militar.

Ventajas y aplicaciones del plástico retráctil para embalaje

Por sus características, el plástico retráctil es uno de los sistemas de embalaje más versátiles que existen:

  • Es muy flexible: se adapta a cargas de todos los tamaños y formas, desde mercancías medianas a palés, pasando por piezas irregulares con salientes y picos.
  • Es ignífugo:  actúa como barrera contra el fuego, los rayos UVA y las altas temperaturas.
  • Es muy resistente: reduce la fricción de la carga, evitando perforaciones y/o desgarros.
  • Es impermeable: evita el agua y la humedad.
  • Es inocuo: permite la utilización instantánea del material protegido una vez que se retira el plástico.
  • Es inalterable: conserva las propiedades anticorrosivas al abrir y cerrar la carga, en caso de inspección o revisión de la mercancía.

Puede proteger metales como el acero, cobre, aluminio, latón, níquel y plata. Su uso se destina principalmente para la protección de medios de transporte de recreo como lanchas, yates, motos de agua y de nieve, además de equipos militares y para exportación de equipos industriales.

Protección de piezas con plástico retractilado

Protección de piezas con plástico retractilado

¿Cuál es el método de retractilado para palés y cargas de grandes dimensiones?

El plástico retráctil es muy fácil de usar. Para nada es un producto peligroso, aunque es conveniente utilizar guantes y gafas protectoras antes de comenzar el proceso de retractilado.

En el caso de palés y cargas de grandes dimensiones, se suele utilizar una pistola de aire caliente. Para el retractilado de mercancías pequeñas y objetos de tamaño medio suele emplearse una máquina.

Proceso de retractilado:

Primero se envuelve el equipo o carga que se va a proteger con el plástico, dejándolo holgado un mínimo de unos 30 centímetros, de forma que no quede ningún hueco sin tapar.

Una vez cubierto, se aplica el calor por toda la superficie con la pistola de aire caliente.

Hay que distinguir entre la temperatura de retracción del material y la temperatura de sellado. La primera se alcanza cuando el plástico comienza a menguar y se sitúa entre los 171,11 y los 226,67 grados centígrados. En cambio, la temperatura de sellado o cierre del retráctil se encuentra entre los 115,56 y los 160 grados centígrados y es la que consigue que el plástico se adapte al volumen de la mercancía, como si fuera un guante.

En este vídeo os mostramos cómo retractilar una pieza. 

Asegúrate de utilizar el sistema de embalaje más adecuado para tu mercancía y tipo de transporte.

Consúltanos en caso de duda.

Plástico retractilado