La movilidad eléctrica es un sector en continuo cambio que reclama soluciones transversales e innovadoras para consolidarse. No hay que olvidar que la Unión Europea prohibirá vender nuevos coches de gasolina o diesel a partir de 2035. De hecho, España espera tener 5 millones de coches eléctricos en las carreteras para 2030, según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Como fabricantes con larga trayectoria en el sector de las mercancías peligrosas, en Encaja Embalajes seguimos muy de cerca la evolución de la industria de las baterías de litio, cuyo crecimiento será crucial en los próximos años. Esto provocará cambios importantes en toda la cadena de suministro.
Por esta razón, hemos querido analizar algunos de los desafíos que nos plantea la industria de las baterías, y que podríamos resumir en: eficiencia, seguridad y sostenibilidad.
Baterías más eficientes
Las baterías de iones de litio son la tecnología dominante en los vehículos eléctricos, aunque incluye otras materias primas como cobalto, manganeso, níquel y otros metales.
Este tipo de baterías se caracteriza por electrolitos líquidos y ánodos carbonosos, lo que se traduce en una densidad de energía insuficiente, vida útil limitada y problemas de seguridad.
Actualmente la industria se centra en mejorar la densidad energética de las baterías, ya que una mayor densidad energética contribuiría a aumentar la autonomía y reducir el tiempo de carga.
Las baterías de nueva generación con electrolitos líquidos y sólidos aún están en fase de investigación, pero hay quien cree que más pronto que tarde podremos recargar el coche eléctrico en el tiempo en el que tomamos un café.
Marco regulatorio para garantizar la seguridad
Como hemos mencionado en el punto anterior, otro de los retos al que se enfrenta la industria de las baterías es la seguridad.
Todas las baterías de litio son consideradas MERCANCÍAS PELIGROSAS. El aumento en la fabricación de baterías de litio previsto para los próximos años hace pensar que el embalaje homologado, optimizado y sostenible será un elemento clave para la competitividad del sector.
En los últimos años se han sucedido accidentes por combustiones espontáneas y explosiones de baterías de litio, debido a un uso inadecuado, que han puesto en peligro la seguridad de las personas y del medio ambiente.
Por consiguiente, es necesario un marco regulatorio que garantice la manipulación, almacenamiento, carga y transporte de baterías en condiciones seguras, con exigentes instrucciones de control de los procedimientos de etiquetado y marcado, según el ciclo de vida en que se encuentre la batería.
Todo ello permitirá trabajar en cada eslabón de la cadena de suministro sin riesgo de accidentes, robo o falsificación.
Gestión de un nuevo residuo
El último de los retos que abordamos tiene que ver con la sostenibilidad, y en particular, con la reutilización y reciclado de las baterías al final de su vida útil.
Las autoridades europeas ya han aprobado un reglamento que modifica la Directiva de Baterías de 2006. La nueva norma regulará todo el ciclo de vida de las baterías, desde su diseño hasta el proceso productivo con el fin de reducir la huella de carbono. Además, ya fija mínimos obligatorios de contenido reciclado para los fabricantes.
Es cierto que el propio diseño de las baterías, con diversidad de tamaños y materiales, dificulta su reciclaje y reutilización. Sin embargo, en España ya se están gestando proyectos que permitan recuperar los metales que las componen para darles una segunda vida.
En Encaja, somos especialistas en el ámbito de la fabricación de embalaje certificado ADR y normativa relacionada con gestión de este tipo de residuos. Contáctanos sin compromiso a través del correo electrónico info@encajaembalajes.com o en los teléfonos 985 669 270 o 984 106 600