Uno de los objetivos de la logística es el aprovechamiento óptimo del almacén así como de las operaciones de entrada y salida de mercancía que se llevan a cabo en él.
Existen muchos tipos de almacén. Cada uno tiene sus propias necesidades logísticas. El producto que albergan, la ubicación, funcionalidad o la técnica de manipulación son algunos de los criterios por los que podemos clasificar las distintas clases de almacén.
En una empresa pueden existir uno o varios tipos: de materias primas, central, de repuestos, etc. En este post nos centraremos en los tipos de almacén más habituales, según su ubicación y actividad logística.
Almacenes según su actividad logística
Almacén de producción
Es aquel en el que se depositan las materias primas, piezas o componentes necesarios en los procesos de fabricación. La función del almacén de producción es garantizar que las líneas de fabricación funcionen sin interrupción, sin que falte ningún suministro. Por eso, muchos centros logísticos de aprovisionamiento se ubican cerca de las fábricas.
Almacén central
Aquí se depositan los productos terminados, procedentes de uno o varios procesos industriales. Suele ubicarse cerca del centro de fabricación.
El almacén central actúa también como centro de distribución, abasteciendo a otros almacenes regionales o locales que se encargan de llevar a cabo la distribución final hasta el consumidor o punto de venta. Desde el almacén central se acondiciona el producto para el paso siguiente en la cadena de distribución.
Almacén de distribución
El almacén de distribución o de suministro se encarga de recibir la mercancía desde el centro de producción para posteriormente enviarla al cliente final. Suele dar cobertura a una zona geográfica específica y estar ubicado en un lugar cercano el punto de consumo.
Su finalidad es garantizar el abastecimiento y cumplir los tiempos de entrega de los productos. Es un almacén con una elevada rotación de mercancía.
Almacén de tránsito
En ocasiones, entre el almacén central y el regional es necesario un punto de almacenaje provisional. El almacén de tránsito funciona como depósito provisional de mercancías, ya que su finalidad es agilizar las entregas o facilitar el agrupamiento de mercancías que van a enviarse a un mismo destino.
Aquí el stock no se almacena; el flujo de recepciones y expediciones es continuo. Este tipo de almacén se utiliza a menudo para la logística de comercio electrónico.
Almacén temporal
Se utiliza para almacenar stock de productos de consumo estacional, con el objetivo de atender picos de demanda.
Otros tipos de almacén
Hemos repasado los almacenes más comunes, pero podemos encontrar otras clasificaciones de almacén, atendiendo a:
- El edificio: almacén al aire libre o de exterior y almacén cubierto o de interior.
- El tipo de producto: almacén de materias primas, almacén de productos semielaborados y de productos acabados, almacén de repuestos y/o accesorios, y almacén de envases y embalajes, donde se guarda el packaging de los productos finales.
- Nivel de mecanización: almacenes convencionales, con un nivel bajo de automatización o los llamados almacenes inteligentes, con un alto grado de automatización.
Y tu empresa, ¿qué tipo de almacén utiliza?