Mediante un estudio del embalaje industrial las empresas pueden identificar soluciones de packaging que permitan optimizar su proceso logístico.
Hoy en día las soluciones de embalaje están enfocadas a la reutilización. Esto significa que pasamos de utilizar un embalaje de usar y tirar a uno retornable y, por tanto, reutilizable, con importantes beneficios económicos, además de medioambientales.
¿Qué ventajas tiene usar un embalaje retornable?
Un embalaje retornable es aquel que una vez que ha cumplido su función se devuelve al proveedor de la mercancía recibida para que sea de nuevo utilizado.
La mayoría de los embalajes retornables son plegables/desmontables.
Así, se reduce el espacio de almacenamiento cuando no se están utilizando, y el espacio de transporte a la hora del retorno de los artículos de embalaje.
Factores a tener en cuenta antes de seleccionar un embalaje retornable
Antes de seleccionar un embalaje retornable es necesario considerar ciertos factores que condicionan su tipología y diseño:
- Estudio de situación inicial: producto y embalaje actual, así como su coste.
- Tipo de transporte a realizar, incluyendo distancias en Km y número de paradas en otros centros si fuera el caso.
- Ciclo del embalaje retornable y la cantidad por unidad de tiempo que va a completar (ciclos/mes, por ejemplo).
- Otras necesidades específicas. Por ejemplo, la cantidad de embalajes que deben estar disponibles en un almacén al mismo tiempo o medios auxiliares de manipulación mecánica de estos embalajes.
Cómo calcular la rentabilidad del embalaje retornable
Una vez comprobado que el embalaje mencionado se ajusta a nuestras necesidades y es viable técnicamente, analizaremos su rentabilidad.
En primer lugar, establecemos la duración del proyecto (meses o años). Después, basándonos en las previsiones de fabricación, se determinará el número de embalajes retornables a adquirir. Para ello hay que tener en cuenta el ciclo que sigue un embalaje retornable, que es el siguiente:
- “X” embalajes en las instalaciones del cliente, descargando el producto.
- “X” embalajes en las instalaciones del proveedor, cargando el producto.
- “X” embalajes retornando, normalmente en transporte terrestre, a las instalaciones del proveedor para ser usados de nuevo.
- “X” embalajes en reparación/consigna (margen de seguridad y % reparación).
Cuando se conoce el número de embalajes retornables necesarios para un correcto funcionamiento del ciclo, calculamos la inversión inicial a realizar.
A esta hay que sumar los gastos en las siguientes semanas/meses en transporte de retorno, reparación / reposición del embalaje retornable y gestión del mismo, que englobaría la consigna, por ejemplo.
Por último, se calcula en cuánto tiempo se amortizará la inversión para concluir si el proyecto es viable o no económicamente.
¿En cuánto tiempo se amortiza la inversión de esta tipología de embalaje?
Existen softwares de optimización que pueden dar una idea aproximada del coste y la rentabilidad que supondría cambiar el actual a uno retornable, aunque como hemos visto, entran en juego varios factores que pueden condicionar el resultado.
En Encaja Embalajes llevamos años estudiando la viabilidad técnica y económica de la transición a un embalaje retornable en empresas de diversos sectores. Nuestros datos constatan que la implantación de un embalaje retornable se amortiza en los primeros meses a partir de la inversión, llegando a alcanzar ahorros del cien por cien en 12 semanas con respecto al anterior en determinados proyectos.
Nuestra experiencia como proveedor de servicios de embalaje demuestra que cuanto más cercano sea el destino y exista una demanda constante de los productos, más rentable será este tipo de embalaje.
Comienza el año ahorrando en costes. Solicita una auditoría con nuestro departamento técnico.