En nuestros más de 80 años, Encaja ha fabricado gran cantidad de embalajes certificados para mercancías peligrosas y explosivos, por ello, queremos mencionar que somos miembros del Subcomité CTN 192 SC 03 (UNE/ISO) en el desarrollo de una nueva reglamentación en el ámbito del transporte de mercancías peligrosas junto a AENOR y el Ministerio de Industria (elaboración ISO 16495).
En este post, hablaremos sobre el embalaje y envío de baterías, entre ellas las provenientes del sector automoción como unas de las más complejas en el ámbito del transporte y la logística.
Para comenzar, debemos tener en cuenta el tipo de elemento a transportar; en este caso, baterías catalogadas como peligrosas bajo la reglamentación vigente. Por ello, como base normativa y legal debemos tomar entre otros el código ADR que identifica este tipo de elemento en la categoría 2, en la clase 9.
Para los distintos tipos de batería este código ADR clasifica éstas por su material constructivo, por ejemplo:
- Batería de ion litio: nº ONU 3480
- Batería de metal litio: nº ONU 3090
- Batería de níquel-hidruro metálico: nº ONU 3496
En este enlace, se puede consultar toda la información.
Una vez definido el tipo de batería a proteger, el código ADR define unas instrucciones específicas para cada tipología de acumulador en función de distintos parámetros tales como: el punto en el que se encuentra en el ciclo de vida, el grado de deterioro, si se encuentra instalada en un equipo, etc.
UN 3480
Después de esta breve introducción, intentaremos dar respuesta a las principales preguntas que pueden surgir:
¿Qué son cajas ADR o embalaje certificado para el transporte de baterías?
El embalaje certificado para el transporte de baterías o las cajas ADR para baterías, es una tipología de embalaje específicamente diseñada y desarrollada para el este fin.
Estas cajas, acompañan desde la salida de fábrica hasta la planta de reciclaje del producto. Es decir, ofrecemos la solución para todo el circuito desde el punto de vista del ahorro, ya que el coste es el mínimo.
Por tanto, el embalaje no sólo sirve como un mero medio de protección, sino que se posiciona como un eslabón clave en la cadena de valor que compone el ciclo de vida de las baterías.
¿Por qué está catalogado como peligroso el transporte de baterías?
Principalmente, porque por su tipo constructivo, este tipo de baterías son sensibles a los impactos y los cambios bruscos de temperatura existiendo riesgo de fuga de componentes internos, explosión o incendio por alta temperatura entre otros.
Por ello es fundamental minimizar estos riesgos diseñando un embalaje que los contenga y minimice.
¿Se pueden transportar baterías dañadas?
Si. Como mencionábamos al inicio de este post, existe una normativa específica para estas cuestiones.
En este caso, se trata de un embalaje robusto capaz de contener y retener los derrames de líquidos evitando así explosiones, perforaciones, deterioros u otro tipo de incidentes capaces de dañar no solo al producto sino también provocar daños a la población o del medio ambiente.
Batería litio
Como conclusiones, almacenar, transportar y enviar una batería de manera correcta garantiza que los riesgos derivados se anulen o reduzcan al mínimo.
Mantener la batería a una temperatura adecuada, es vital para no causar una combustión espontánea. Este tipo de baterías, son muy sensibles a la humedad, y a las altas y bajas temperaturas. Además del embalaje principal, existen detectores de temperatura y humedad capaces de monitorizar estos parámetros.
Finalmente, se debe tener en cuenta que la agencia de transporte con la que se realice el servicio debe estar certificadas para este tipo de envío. Deben de estar capacitadas para el transporte de mercancías peligrosas y cumplir con las regulaciones establecidas.